jueves, 11 de junio de 2009

Ya está entre nosotros


Ya está. Ya llegó. Tras meses, casi años, de culebrón, el gran Cristiano Ronaldo ha fichado por el Real Madrid por el módico precio de 96 millones de euros y sin que se conozca, al menos en el momento de escribir esta entrada, el pellizco que se llevará en concepto de salario.


No descubro nada si confieso que soy culé hasta la médula pero como lo cortés no quita lo valiente, afirmo que me alegro, y mucho, del fichaje de Cristiano por el Real Madrid. Me alegro porque no hay nada más complicado que encontrar tu lugar en el mundo y a mí me da en la nariz que CR7 y el club de Chamartín están hechos el uno para el otro. Me alegro, también, porque Cristiano Ronaldo puede traer consigo la lluvia necesaria para que los pequeños brotes verdes de nuestra economía se conviertan en robustos robles que nos devuelvan a la senda del crecimiento.


Los de la prensa rosa deben estar en estos instantes reclutando paparazzis en cantidades industriales para cubrir las andanzas del mozo portugués por la capital del Reino. No sólo los medios se llevarán una gran alegría con CR7 sinó que los zapateros, si son listos, ya estarán incrementando su producción de zapatos de tacón de vértigo para que las lagartaneras de turno, visto que las han rechazado en el último casting de Gran Hermano, puedan hacer guardia en las discotecas de los madriles a la caza y captura del antes terror de Old Trafford y, desde hoy, gloria del sagrado club blanco. Pero es que además los concesionarios de automóbiles también empiezan a afilar sus colmillos viendo el sangriento filete cargado de dinero que ven al contemplar la egregia figura de Cristiano Ronaldo.


Sé que algún purista me dirá que en realidad Cristiano Ronaldo es un jugador de futbol y que a lo mejor no se adapta al estilo de juego del Madrid; o tal vez no logra encajar con su nuevo entrenador, el adusto chileno Manuel Pellegrini. Esta última opción no resulta del todo descabellado, ya que el majo delantero portugués ha tenido sus más y sus menos con toda una institución futbolística como Sir Alex Ferguson. Si no respetó al veterano técnico escocés, ¿es mucho suponer que poco o nada le va a importar la opinión de Pellegrini? Cabe, incluso, que CR7 se lesione en algún encontronazo con el defensa central del Jérez - ¡ánimo, que ascendéis seguro!- y entonces los 96 millones de euros irán directamente a la enfermería.


A este purista hipotético yo le respondería que no entiende nada de nada y que en el Madrid, como ha dictado 'el ser superior', tienen que jugar los mejores, y en qué disciplina deportiva sean 'los mejores' poco importa ante el dinamismo económico que supone gastarse semejante cantidad de pasta. De todo corazón, me alegro del fichaje de CR7 por el Madrid y a los amigos merengues, que alguno tengo, les deseo suerte, creo que lo necesitan más que nunca.


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