Leo, con preocupación, que el actor, director, autor y hombre renacentista donde los haya, don Fernando Fernán-Gómez se halla hospitalizado en el madrileño centro sanitario de La Paz. Para algunos, la mayoría, la noticia pasara desapercibida ante el alud de malas nuevas que los medios de comunicación regurgitan cual Saturno tras una mala digestión. Para otros, la minoría, se trata del primer signo de debilidad que da uno de los pocos titanes de la cultura española. No porque don Fernando sea de izquierdas, no porque envíase gozosamente 'a la...' a un incrédulo fan que no sabía distinguir entre la ficción y la realidad, sino por la totalidad de su conocimiento, por el aplastante peso de su sabiduría en tiempos de'OT' y cultura basura y por esa voz poderosa capaz de hipnotizar a la platea más rebelde. Hay que irse a los vilpendiados Estados Unidos para lograr encontrar a alguien que domine los escenarios, la literatura, la cámara, con la maestría de la mesiánica barba de don Fernando.
¡Cuídese Maestro! ¡Y póngase bueno pronto!
PD Ilustro este post con la caricatura que Vizcarra, dibujante de El Jueves, le hizo a Fernando Fernán Gómez. ¿Por qué? Porque me apetecía dar una visión diferente de un personaje único.
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